viernes, 23 de noviembre de 2007

El Efecto ECI

El otro día me volvió a ocurrir algo que ya habia notado en otras ocasiones, asi que no debe ser un hecho aislado o casual y finalmente voy a tratar de describirlo aqui.

Ejemplo: Visita a El Corte Inglés
Ayer me disponía a hacer unas compras en el supermercado de ECI, para lo cual es necesario cruzar otros departamentos. Pues bien, al pasar ví y escuché como un hombre -ya de cierta edad y con buén volumen- estaba ilustrando a dos dependientas de la zapatería sobre ... la presunción de inocencia !.

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Pues si. Y dando una explicación de como la presunción de inocencia es la base de nuestro sistema legal. Toma ya.
Ambas dependientas, escuchaban respetuosamente tratando de mantener el tipo aunque ya una miraba a la otra esbozando una sonrisa porque no podía más.

No tengo ni idea de como habían llegado a esa situación. Quizás el hombre había tenido que realizar una devolución en cierta medida cuestionable en cuanto al uso correcto del producto devuelto y de alguna manera queria recibir el beneficio de la duda...

La cuestión es que se produce un fenomeno que he denominado "Efecto ECI" para titular esta entrada en el blog y que afecta al comportamiento de los clientes de este establecimiento en cuestión. Allá voy:

Tradicionalmente, este comercio venía siendo caro en general y lo sigue siendo en algunos departamentos en particular. Por lo tanto, el publico objetivo solía tener un nivel adquisitivo medio/alto. Con el paso del tiempo esto ha cambiado un poco permitiendose que un abanico más amplio de personas entre a comprar de forma habitual. Hasta aqui todo normal.

No obstante, cuando una persona con dinero entra en Loewe -por ejemplo- se encuentra a un tipo de dependiente/a que no tiene nada que ver con el de ECI.
Ya la decoración y la forma en que todo esta dispuesto suele inducir un clima serio, que dé una apariencia respetable al local. Esto se ve complementado por empleados vestidos de manera sobria, cuidadosos en sus formas, y serios en el trato aunque se guarden una cordial sonrisa para el final (el momento de hacer la cuenta). A este tipo de dependiente/a es dificil contarle tu vida. No hay mucho "feeling".

Por otro lado, en ECI los dependientes/as van vestidos con su uniforme (que además ayuda a identificarlos porque son mogollon) y, manteniendo el respeto que le deben al cliente, se comportan de una forma natural y corriente. Asi que en este clima, si entra una persona con tiempo libre y facilidad de palabra, sintiendose un poquito importante porque está en un establecimiento que sin ser carísimo siempre a dado una imagen de cierto nivel y da con un par de dependientas de veintitantos que se han alejado de la manada; es muy fácil que disponga de su atención, pero no sólo para ayudarle con sus compras, sino para atenderle con mayúsculas.

Total, que al final se comen una charla sobre enjuiciamiento criminal.