sábado, 9 de junio de 2007

Hablando solo

No hablaba solo, pero casi. Esta mañana mientras desayunaba tenia en la mesa de enfrente un hombre que tenia delante de si distintos papeles y un libro perfectamente colocado en la esquina superior izquierda de la mesa. Estaba tan ensimismado en el contenido de los papeles que gesticulaba, asentía profusamente, sonreía ... y no le importaba nada que hubiera gente alrededor. Esto me ha hecho pensar en algunas cosas que nos perdemos debido al condicionamiento social.

Normalmente, el andar hablando solo -por ejemplo- es motivo de risa para los demás. No obstante, concentrarse tanto en los pensamientos propios como para abstraerse del resto del mundo y actuar como el hombre de esta mañana es algo delicioso. Es teletransportarse a un lugar en el que haces realidad lo que piensas. Ojala pudieramos hacerlo con frecuencia porque no fueramos objeto de la burla de los demás, no saben lo que se pierden.

Mi padre cita a veces a alguien que no recuerdo en este momento, pero que dice algo como: "Quién puede hablar consigo mismo no necesita suplicar la conversación de los demás".

1 comentario:

Anónimo dijo...

A los que se les da muy bien eso de hablar solos es a los niños. Tienen la bendita capacidad de "vivir el momento" , el presente, capacidad que los adultos vamos perdiendo y causa de muchas de nuestras angustias. El que no vive el presente "no está" y el que no está no puede disfrutar. ;) Cariños desde Chile hermanito.